La salud corporal es más que la ausencia de dolor o enfermedad.
La salud corporal es más que el resultado de la salud mental y emocional.
La enfermedad es una sola, su manifestación es la forma que el cuerpo-emociones-mente-alma usa para expresar su desequilibrio y su búsqueda de coherencia.
El ritmo actual de vida es muy agitado y agobiante para quienes dedican menos tiempo a sí mismos.
Ser saludable es prevenir la manifestación de la enfermedad -no sólo a nivel físico- y promover la salud vibrante. Es ajustar el tono energético personal y fluir en y con Todo. La salud es nuestro mayor tesoro.
El filósofo griego, Platón afirma “Así como no debéis curar los ojos sin curar la cabeza, ni curar la cabeza sin curar el cuerpo, tampoco debéis intentar curar el cuerpo sin curar el alma.”
Más allá de los hábitos de vida saludable, más allá del manejo de lo que sientes, más allá de cualquier terapia, vivir en salud vibrante es vivir aquí y ahora, realizando lo que vinimos a SER. Es vivir feliz y en paz. Es Vivir desde el Alma.
Para ser saludable y gozar una salud vibrante has de integrar en ti todas las experiencias que han estado contigo a lo largo de tú vida, aceptarlas y asimilarlas como lecciones maravillosas; has de vivir tus emociones, nutrirte en todos los niveles, responsabilizarte de todos tus actos e ideas, sentir y creer en la salud perfecta y comprometerte a hacer todo lo mejor por Tí.
Te propongo:
Levántate cada día agradeciendo todo lo recibido, úsalo para crecer.
Respira profundo, cuando inhales siente cómo a través del aire recibes toda la energía de vida disponible para ti, lleva esa energía a tus pulmones y abdomen y desde ahí a todo tú cuerpo, exhala despacio hundiendo tu abdomen y recogiendo todo lo que te sobra para sacarlo de ti y transmutarlo en luz.
Bebe un vaso de agua tibia al levantarte, puedes agregarle unas gotas de limón. El agua te ayuda a eliminar toxinas.
Bebe agua pura y limpia, al menos 2 litros cada día y todos los días. La mayoría de tus síntomas ocasionales y misteriosos son por deshidratación crónica.
Come despacio y masticando bien, para que tu cuerpo asimile todo lo bueno y pueda desechar lo que no ha de usar.
Saborea tu comida.
Procura estar tranquilo y calmado al momento de comer. Estar nervioso, preocupado o irascible, demora tu digestión, limita la asimilación de nutrientes y gasta tu energía. Bebe agua o infusiones para calmarte y estar equilibrado emocionalmente antes de disponerte a comer. Come en silencio o hablando de temas agradables.
Come cuando tengas hambre, así seguirás tu propio ritmo.
Evita los excesos.
Escoge sabiamente los alimentos que compras y consumes. Evita refinados e industrializados. Consume más alimentos integrales.
Evita mezclas inadecuadas como proteína (pescado, pollo, huevo, lácteos, granos) con almidones (papa, plátano, yuca, pasta), prefiere vegetales.
Escoge los mejores implementos para su preparación como vidrio, acero quirúrgico, acero inoxidable y barro, porque al cocinar con ollas de aluminio terminas consumiendo partículas de Este metal tóxico para tu salud.
Cocina los alimentos en el menor tiempo posible para no eliminar o disminuir sus nutrientes.
Espera al menos una hora para acostarte luego de comer, así evitarás el reflujo y la indigestión.
Evita mezclar alimentos sólidos con líquidos, para evitar pesadez y llenura. Si no puedes evitarlo, acompaña tus comidas con un poco de té o agua tibia. El agua fría solidifica los alimentos grasos lo que demora y “enfría“ la digestión.
Consume frutas y verduras a diario, al menos 5 porciones, frescas y variadas, ideal de cosecha y con mínimo o ningún proceso industrial.
Evita las bebidas alcohólicas, el azúcar, el chocolate, el café, los embutidos y en general la comida que ha sido industrializada, pues producen exceso de acidez en tu organismo e introducen preservantes y colorantes que son tóxicos.
Suprime las gaseosas y el agua con gas.
Consume sal con moderación. Usa hierbas (orégano, albahaca, menta, cilantro, perejil, tomillo) para enriquecer naturalmente el sabor de tus comidas.
Consume zumos de frutas y vegetales frescos porque son ricos en antioxidantes que rejuvenecen, fomentan los estados alcalinos en el cuerpo, disminuyen los radicales libres y generan energía.
Consume alimentos ricos en fibra como frutas, verduras y cereales integrales, así previenes el estreñimiento.
Bendice tu comida, agradece por ella y por todo lo que ha permitido que un alimento delicioso y saludable llegue a ti.
Nuestro intestino acumula algunos desechos, procura hacer una limpieza de colon al menos dos veces por año.
Ayuna al menos una vez por mes, consumiendo sólo agua o frutas e infusiones adicionales al agua. Si es difícil para ti come liviano un día. Al final vuelve a la alimentación regular paulatinamente.
Estírate, has ejercicio regularmente. La vida es movimiento. Te recomiendo hacerlo al menos 30 minutos al día, 5 veces por semana. Complementa las caminatas con estiramientos y la práctica de algún deporte.
Recuerda dedicar tiempo al esparcimiento y la relajación. Requieres descanso y momentos de quietud.
Gana tiempo para lo importante, evitando todo lo que sea roba-tiempo como la televisión. Busca lo valioso para tu bienestar.
Ten un horario regular de sueño y sin interrupciones en un ambiente limpio, ventilado y silencioso. Un buen descanso nocturno te lleva a despertar espontáneamente, tranquilo y con energía.
Evita aparatos eléctricos, electrónicos y celulares en el cuarto de dormir. La contaminación electromagnética y las zonas geopáticas pueden generar interrupciones en el flujo energético de tu cuerpo. Tu entorno ha de ser favorable.
Mantén una buena postura. La columna es un conducto para la energía vital. Aprende a movilizar tu energía con danza, yoga, tai-chi, qi-gong, respiración consciente, entre otros.
Respira el aire más puro que puedas. Respira profundo y con la boca cerrada. Un ambiente cerrado y mal ventilado es promotor de enfermedad. Cuando tengas oportunidad sal a caminar al parque con los pies descalzos y acércate a los árboles.
Muéstrale tu piel al sol, asimilas mejor la vitamina D y otras sustancias. Procura hacerlo de 7 a 10 am y de 4 a 6 pm, son las horas más propicias.
Respeta todo ser.
Ama a diario y exprésalo. Tu primer amor has de ser tú mismo, siempre.
Sonríe, vive en alegría. Ríe cada día.
Sé creativo en todos tus actos y relaciones. La creatividad es la principal manifestación del Alma.
El perdón es el mejor regalo que puedes darte, es san-arte.
Cuida el hogar donde vives: tu cuerpo, tu casa, tu ciudad, tu país, nuestra TIERRA.
Cada día somos un nuevo ser. Renuévate. Cultívate.
Desde el centro de mi corazón en amor y luz,
Adriana Marcela
