Ya sea que haya estado presente o ausente, la energía de lo Masculino habita en nosotros. Reconciliar nuestros femenino y nuestro masculino, brinda balance.
Para algunos, la celebración es el segundo domingo de mes de junio, para otros el último domingo.
Ojalá cada padre pueda manifestar lo profundo de su ser, permitirse la ternura, la flexibilidad, la dicha.