En tiempos de agite y ambientes ruidosos, es bueno dedicar tiempo a la pausa, al silencio reflexivo, al silencio sanador, al discernimiento del "ruido" para encontrar los verdaderos sonidos que queremos mantener en nuestra vida.
En el silencio tenemos un gran aliado para el encuentro. El encuentro interior, el encuentro con los otros.
Usa sabiamente tu silencio. Bríndate a otros desde un silencio que sea sanador.
Adriana Marcela
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